El Gobierno del Estado debe otorgar alimentos gratuitos nutritivos y de calidad a niñas, niños y adolescentes que cursen el nivel preescolar y primaria, de manera obligatoria, propuso la diputada Claudia Julieta Domínguez Espinoza.
“Los integrantes del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo proponemos a esta Soberanía establecer legalmente la obligación del Estado de cubrir subsidiariamente los alimentos de los menores de edad ante el incumplimiento, imposibilidad o ausencia de quienes tienen obligación, y así proveer de alimentos de calidad a las niñas, niños y adolescentes”, destacó.
En este sentido, Domínguez Espinoza destacó que la falta de una buena alimentación influye en el desarrollo motriz y en el crecimiento sano de los menores, y de la misma forma, las consecuencias de la desnutrición en la etapa infantil se ven reflejadas en la capacidad para realizar trabajos físicos y el desempeño intelectual y escolar durante las siguientes etapas de la vida.
“En algunas instituciones educativas del Estado, existen casos donde los niños se duermen en clases, no prestan atención a los maestros, tienen una conducta indisciplinada, graves rezagos en sus materias y su desempeño en los deportes es muy bajo; todo esto provocado por la sencilla razón de que los niños tienen una alimentación mal balanceada”, detalló la representante popular.
A nombre del Grupo Parlamentario del PT, informó que la desnutrición en los menores de cinco años, tiene efectos negativos en el crecimiento y la salud; consecuentemente tiene efectos a mediano y largo plazo en el rendimiento escolar e intelectual, el desarrollo de capacidades y el rendimiento en el trabajo; lo que repercute en el desarrollo social.
“Las niñas y los niños son sin duda los más beneficiados en tener una dieta y alimentación sana afín de potenciar su crecimiento. Una correcta alimentación durante la temprana edad, puede marcar la diferencia entre una vida de calidad y el riesgo de sufrir enfermedades”, expresó en la Sesión Ordinaria.
Al respecto, comentó que colocar a la alimentación junto con la nutrición al nivel más alto de la agenda política, debe ser un propósito que la promoción y protección de los derechos de los niños y niñas en primera infancia sean una prioridad para el estado.