Cumplimentando la promesa que hizo el 26 de enero de 2012 en Tepic, Nayarit, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el rescate de los cuerpos de mineros atrapados en Pasta de Conchos.
Durante su conferencia matutina, informó que su gobierno tomó la decisión de iniciar las excavaciones para rescatar los 65 cadáveres que yacen enterrados en la mina desde el 2006.
“Es un acto de justicia, un compromiso que hicimos desde hace algún tiempo”, dijo López Obrador, indicando que a través de la Secretaría del Trabajo se habló con los familiares de las víctimas, quienes estuvieron de acuerdo con el plan y facilitaron los dictámenes que tienen sobre el caso para iniciar las labores lo antes posible.
Cuestionado sobre una posible participación del empresario Germán Larrea -al haber sido de su subsidiaria Grupo México los trabajos en Pasta de Conchos-, dijo que está fuera del país pero que está seguro de que no va a oponerse, además de que ya es una decisión tomada por él, quien en su calidad de presidente tiene facultades.
“Si ayuda, bienvenido, si no ayuda, de todas maneras lo vamos a hacer”, sentenció al tiempo que aseguró que se tiene presupuesto, al ser la Secretaría del Trabajo la que más dinero recibió.
La madrugada del 19 de febrero de 2006 ocurrió una explosión en los túneles de la mina de carbón Pasta de Conchos, en Nueva Rosita, Coahuila, quedando atrapados los 65 mineros del turno que salía a las 06:00 h.
En 2012, el presidente prometió que: “El gobierno dejará de ser por autoritarismo o por omisión el principal violador de los derechos humanos. Desde los primeros días del gobierno iniciaremos el rescate de los restos de los 65 mineros que aún yacen en el socavón de la mina de Pasta de Conchos, para satisfacer el anhelo más entrañable de sus familias, y reafirmar la vocación humanista de todos los mexicanos.”